El General Perón sigue con su Pueblo

“Yo los he visto marearse por las alturas, dirigentes surgidos del pueblo, entregados a los negociados económicos con una sonrisa, por un banquete o unas monedas.
Los denuncio como traidores entre la inmensa masa de trabajadores de mi pueblo”
Evita.

Al pobre general no quieren dejarlo en paz. Mucho menos que esté con su pueblo. En esto coinciden tanto los dirigentes sindicales, empresarios encaramados que necesitan de patotas futboleras para seguir medrando, como el gobierno progre del doble discurso, revolucionario de pico para afuera y sometido al Nuevo Orden Mundial en lo profundo de sus convicciones.
Pretenden seguirse aprovechando del General, del recuerdo agradecido de miles de argentinos por su Líder, para utilizarlo en sus enjuagues electorales, para después archivarlo y seguir vaciando de contenido su nombre y su doctrina.
En la bóveda de Chacarita, la presencia del Líder significaba que miles de argentinos humildes, al ir a rendir homenaje a sus muertos queridos, dejaran una flor de homenaje y recuerdo. Rezaran una oración en memoria de quien les dió una esperanza y una dignidad de la que hoy carecen los trabajadores argentinos. En San Vicente, como rehén de sus enemigos, sólo será una curiosidad visitada por turistas, y utilizada para una liturgia vacía de todo contenido revolucionario.
Aquí quedarán los trabajadores de la Patria, los grasitas, los descamisados que conocieron la Justicia Social, y hoy cartonean para sobrevivir. Los niños que fueron los únicos privilegiados, durmiendo en la calle. Todos un poco más solos, porque unos dirigentes sin moral se llevaron a su General y lo metieron en un museo.
¿Qué tienen que ver estos dirigentes rebosantes de grasa y faltos de vergüenza, con Perón y su doctrina, si los traicionaron mil veces y los siguen traicionando? ¿Qué son estos dirigentes de cartón, que necesitan un ejército de barrabravas para poder subsistir, al lado de hombres de la talla de Sebastián Borro, Avelino Fernández, Oscar Smith, Jorge Dipasquale, Felipe Vallese, Andrés Framini o José Rucci? ¿Qué son estos oficiantes de una liturgia vacía, de formas desgastadas? Ellos tendrán su mausoleo millonario, al cual concurrirán en fecha fija, cantarán una marcha que ayer fue canto de esperanza y grito de resistencia, y ellos no sienten porque para sentirla haría falta un poco de amor por el pueblo argentino, algo que les falta. Esa marcha sólo la pueden cantar los explotados, los pobres, los descamisados, porque es marcha de coraje que fue entonada por miles de compañeros que ya no están, y que sí dieron la vida por Perón, por la Patria y por su pueblo.
No. En ese mausoleo millonario no está Ud., General. Porque a Ud. no le llega la retórica hueca de los funcionarios de los sueños traicionados. Ud. está con nosotros, con “el subsuelo de la Patria sublevada”. Ud. está con nosotros, en la leyenda heroica de su Pueblo.
Mi General: le pedimos perdón por haber permitido que dirigentes sin honor y sin moral, degradaran y convirtieran la política en una herramienta para enriquecerse.
Perdón mi General, por aquellos dirigentes que olvidaron el orgullo de tener un trabajo digno como Ud. nos enseñó; por los que abandonaron su lealtad hacia los trabajadores. Perdón mi General, por quienes usan la figura de su querida Evita para menoscabar sus sentimientos hacia el Pueblo.
Mi general: Ellos sólo tienen su cuerpo mutilado. Nosotros su doctrina. Su único heredero seguirá siendo el Pueblo.
Rubén Tamborindeguy
18 de Octubre de 2006
Festividad de San Perón